martes, 14 de julio de 2015

Y no fuiste tu...

¿Qué si te amé? Es un hecho que lograste cimbrarme hasta las entrañas, de eso no hay duda, quizá fuiste el breve ejemplo de lo que puedo llegar a sentir, mas ahora, en introspectiva, puedo descubrir que no llegaste a ser quien sacara de mi, el mayor potencial como una buena amante, que se entrega por completo, que no le importara distancia  ni obstáculo, solo fuiste la brújula que me ayudó a encontrar a mi verdadero amor.

En tu mente tal vez creas que fuiste el amor de mi vida ¿Qué si alguna vez lo creí? Si, ahora lo dudo... si lo hubieras sido, estarías aquí a mi lado y no allá, intentado ser feliz, forzándote a decirte enamorado. 

Fuiste pasado, de esos pasados que no trascienden, pero no puedo ser ingrata ni malagradecida, tengo que agradecer que  me enseñaste a que no debo intentar cambiar para que alguien se quede por lo que aparento ser, que no puedo ser feliz coartando mi libertad y que no puedo forzar a quedarse  a quien no quiere hacerlo.

Alguna vez me inventé una vida contigo y en la engañosa agonía que viví mientras lo nuestro se consumía, me juraba que no habría nadie mas como tu con quien quisiera construir mi vida y no, no hubo nadie como tu, hubo alguien mas, que vino a derrumbar mis expectativas, alguien por el que vale la pena librar mil batallas... alguien mas... al que le puedo llamar EL AMOR DE MI VIDA. 

jueves, 9 de julio de 2015

A ti...

Y estás allí, sumergido en tu mundo, donde me siento una intrusa al intentar robarte  un minuto de tu tiempo...donde estás sin percatarte de lo mucho que ocurre en esta realidad que ambos hemos construido, con grietas y desniveles, pero es nuestra obra mutua.

A veces te miro y pareciera que eres un hombre distinto, ya solo veo rastros de ese ser que me robaba suspiros, que me devolvió la capacidad de soñar, quien causó que mi corazón se cimbrara estrepitosamente y sin aviso, quien sin mas, me impulsó a ser una mujer de riesgos y eras tu, por quien valía la pena correrlos.

Ocasionalmente me pregunto si te percatas de que aún existo, de que aún te necesito, que no quiero ser una mendiga de tu amor, de tus atenciones, quiero y creo ser merecedora, pero el miedo se apodera de mi trastornada mente y me creo en ella infiernos y demonios quizás inexistentes, pero lo están y es mi cruel condena por amarte hasta el cansancio.

Añoranza es mi segundo nombre ¿Cómo no extrañar aquellos momentos en que me sentía embriagada por tanta dicha? Donde con un abrazo tuyo, me perdía en ese pequeño paraíso que era nuestro confidente y el guardián  fiel de nuestros secretos.

No es un secreto que entre mas avanza el tiempo, los cambios vienen tras de el, que es cuestión de adaptarse y seguir el paso, pero veme aquí, abrazando fuertemente esos maravillosos recuerdos, aferrándome a ellos como si fueran ese salvavidas de esto por el cual estamos luchando ¿Lo estamos verdad?

No puedo, ni pretendo mentir, no puedo mirarte a los ojos mientras te digo que ya no Te Amo, claro que lo hago, de diferente manera, por que los cambios han echo mella en mi, pero sigo, a veces cansada y agotada, pero tomando un profundo respiro, agarrando fuerzas y prometiendo que aquí estaré, para ti, para nosotros, hasta lograr esos sueños que nos impulsaron a emprender esta aventura que a veces se convierte en una odisea, pero fervientemente sigo creyendo; QUE VALES LA PENA

¿Regreso?

Después de tanto tiempo de esta ausencia permitida, en donde las ganas de escribir se fueron, donde la inspiración quedó agotada, donde ni una o mil musas podían inspirarme, eme aquí, en mi hueco de letras, en mi refugio lleno de recuerdos, regresando a mi casa, en la que podía hacer lo que me daba la gana.

Quizá ni notaron mi ausencia, tal vez nadie me extrañó, nadie añoró leer mis letras a veces huecas, pero aquí sigo, viva, muy viva.

Hoy me entró la nostalgia y me invadieron esas profundas ganas de escribir, de escribirle al mundo o quizá a nadie... pero estoy en ese espacio que es tanto mío como de todos.

A veces, fugazmente regresaba a hurtadillas a leer una que otra vez, riéndome de lo estúpida que podía ser a veces, pero otras tantas, lo apasionada que lograba ser, aún queda mucho de eso dentro de mi... pero aquí sigo.

Quisiera borrar todo y reiniciar de nuevo, pero me pregunto ¿Dónde quedarán los buenos y los non gratos recuerdos? Así que lo dejo tal y como está, es una breve muestra de lo mucho que he madurado ¿Y como no? Si ya tengo casi 33 años!! Ya ni recuerdo a que edad comencé esta travesía, con fugas anticipadas y con regresos momentáneos.  

Así que... veremos que pasa!